Como pueden ver el pleno de ayer fue movidito, relativamente rápido en los primeros cuatro puntos, que se quitaron de delante en apenas veinte minutos, convirtiéndose el quinto punto en el más tedioso, y no porque los partidos de la oposición hayan prguntado mucho o hayan expuesto su postura de forma dilatada, sino porque como siempre el talante de este gobierno municipal es el de dormir al espectador sin dar un sólo dato real de la gestión del gobierno, eso sí hay que agradecer que entre anécdota y anécdota del señor concejal de cultura respondiese más o menos a las preguntas, aunque las de índole económico las declinase, parece que tenemos a nuestro Montilla de Ames.
Pero la parte más divertida del pleno llega en las mociones, el PP presenta una moción para la gratuidad de los libros de forma solidaria, es decir, que quien tenga dinero se los compre integramente, mientras aquella familia que no tiene dinero los libros los obtenga de forma gratuita, pero nuestra sorpresa llega cuando el BNG presenta una moción por el mismo tema, pero en este caso libros gratis para todo el mundo, pero por un sistema de préstamo universal, alegando que como la enseñanza es gratuita también lo deberían ser los libros.
En este caso el Señor Rey o Don Victor se lució demostrando hasta dónde puede llegar la raza humana, al extremismo más radical alegando que él está por encima del bien y del mal por utilizar la palabra Galiza y no Galicia, quien lo diria de un chaval que si lo ves por la calle, sin abrir la boca por supuesto, más bien parece del PP que a un radicalismo como el que profesó ayer en el pleno.
Pero aún nos falta la parte más cachonda del pleno llega cuando nos damos cuanta que la señora "alcaldesa" y sus amiguitas nos están grabando y sacando fotos con el móvil, sólo les faltó pedirnos unos autógrafos, nos daba la impresión de que nosotros eramos los famosos y ellas las insoportables fans.
Y la última parte la reservo para el Señor Alcalde, déspota, prepotente, antidemócrata. Estos serían algunos de los calificativos que pordía dedicarle desde una postura política, por su actitud de dejar a un concejal con la palabra en la boca en medio de su intervención y una moción presentada a medias pero, como él es el señor, amo y dueño, dan las doce y como se aburría porque no le tocaba hablar a él en este pleno, decide levantar el pleno e irse. En otras ocasiones, cuando sí le toca divagar, es capaz de llegar hasta las dos de la madrugada como en el anterior pleno.
Pero el calificativo que le voy a dedicar fuera de la política y como persona es el de MALEDUCADO, y se me quedan pequeñas las mayúsculas, pasó todo el pleno sentado panza arriba en su silla, que ni que estuviera con unos amigotes de copeteo en el salón de su casa, y con un chicle en la boca, que no saca ni para hablar. Señor Carlos Fernández, es usted un MALEDUCADO, no sé que tipo de educación le dieron sus padres, pero no ha recogido ni lo más esencial: RESPETO a la gente que tiene delante. No son formas las suyas para estar en un pleno.